El secreto del riesgo

El secreto del riesgo

  El secreto del riesgo

Nota: Aconsejo leer antes el escrito ¨La gran trampa de “arriesgarse¨

Quisiera partir bajo un pensamiento pilar: pensamos luego existimos… arriesgamos luego vivimos

El ser, por lo menos en referente al territorio de lo mental,  tiende en lo general a la incasable labor de buscar siempre “la mejor posición posible” al menor coste energético, emocional, físico y circunstancial que sea posible, bajo  este estatuto del pensamiento previo y marcado en nuestra genética, evolución y desarrollo como sociedad, no es raro pues apreciar que en lo cotidiano existen cuantiosa cantidad de aparentes contradicciones y dificultades para alcanzar determinada posición “idónea” que se cree la más conveniente o mínimo que esta sea y representen la resolución propia(ósea una construcción de una idealización en base a lo que pensamos es un escenario de vida donde no ocurran dificultades aparentes) de la mayoría de las problemática que se puedan presentar en lo que es la cotidianidad de la vida de aquel individuo en ese momento o la idea que se ostente sobre su propria vida incluso esta sea ajena a los hechos.

Al observar y apreciar la naturaleza de estas fuerzas que competen en lo profundo lo siguiente seria  concientizar que a resumidas cuentas es un enfrentamiento por lo interno de: lo que consideramos  el ideal de ser (nuestras ideas) y lo que no lo es o lo que no se preste con facilidad (la realidad con sus dificultades y problemáticas propias), teniendo esto en cuenta no es difícil poder dilucidar que es un enfoque aplicado como “filosofía personal primera” ,terminología que uso como referente a la unión entre entendimiento por experiencia  a la vida del individuo y los conocimientos previos de este (los cuales son por lo general creencias dotadas de un carácter más dogmático que en una base critica) y como estas se vuelven en si su respuesta casi como acto reflejo de manera inmediata, así mismo  de la mano con lo que es ya es innato del hombre, como lo es crear y buscar entendimientos a fin de  aferrarse a ellos si le da resultados y/o si tienen semejanzas con la realidad así como modificarlos o cambiarlos si no les brinda algún “beneficio”  o se contradicen con la realidad aparente, dada pues esta situación que es un choque inevitable de la vida particular no ajena a ninguna etapa de la vida ya sea en la vejes, en la adultez, en la infancia temprana como la adolescencia,  o cualesquiera que sean sus  percepciones de universos particular y sus vicisitudes a ese momento de la vida.

Así mismo es propio concluir, con todo lo ya mencionado, que se poseen en común un mismo paradigma que se presenta en algún punto de la existencia, no importando ni la etapa de la vida, situación, o condición particular tema al cual hago referencia con el título de este escrito y es del interés de quien busca el pragmatismo esta sencilla cuestión puede ser resumida a forma de una pregunta la cual es:

“¿cuándo vale (o no) la pena arriesgarse por algo?”,

Para llegar a esta cuestión hace falta de ante mano preestablecer la relación entre aquello que se desea y aquello que se arriesga en la búsqueda de obtención, esto un hecho simple de dilucidar en su razón de ser pero cuando se brinca la necesidad de cada persona particular sin por supuesto perder esta esencia primaria se vuelve muy variado la distinta interpretación de lo que se puede considerar como un curso de acción “satisfactorio”  en cuanto a la primera consideración que tomamos al iniciar este escrito refiere (buscar siempre “la mejor posición posible”) más este proceso pueden verse en dificultades cuando préstamo a la búsqueda de interpretaciones y simbolismos envestidos de razones personales, recuerdos, ideas, pasiones, sensaciones de poderío o victoria, etc. pueden ser unos ejemplos más comunes pero la metodología de cada situación demanda consideraciones especiales.

mi deseo es abrir el tema principal de este escrito poniendo sobre la mesa un ineludible primer punto que representa una de las primeras gran “barreras de resistencia”

¿Porque debería arriesgarme en primer lugar?

Sin perder tiempo lo puntual de este conflicto es prestar nuestra atención por si nos resuena la indudablemente desestimadora verdad personal que puede ser la sensación de frustración, una sensación que sin lugar a dudas es la principal en la lista negra de las cosas a las que se suele evadir sin consideración alguna de su uso real en nuestro pensar pero esta frustración revela como eh dicho antes una parte de la mente que teme perder “algo” ese algo aunque puede ser proyectado de diversas maneras como también ya comentamos algunos ejemplos de las razones más comunes en la respuesta anterior, comparte el carácter común de una lucha interna entre el deseo y la sensaciones que este le provoque en susodicha aparente desventaja ineludible de la vida, dicho así un ejemplo más grafico seria la clásica situación dicha tal como:

“¿qué caso tiene pelear una pelea que no puedes ganar?”

Quiero hacer mención que conforme vamos preguntando más, es más propio pensar que existe un carácter que hace peso en cuestión de tomar la iniciativa o la pasividad o la evasión, como respuestas reactivas ante dicha situación, así mismo también es propio denostar que idóneamente siempre se debería tender a lo que más placer, goce o conveniencia nos tienda nuestro actuar, no hay que confundir por supuesto el hecho de que todos buscamos una conveniencia como final ultimo pero si por naturaleza se busca estar como ya había mencionado con anterioridad,  en esa posición privilegiada. Que en base a esto no solo digo que es propio aceptar una naturaleza egoísta si existe el impulso (deseo) en nuestro ser, ya que en cuanto más profundizamos en nuestro interior más próximo es el estado emocional que por si brinde la sensación de satisfacción, ósea que haga hasta que quede satisfecho y no necesite genérale un apego empeñando su estado anímico a fin de  mantener control y asegurar su estatus quo con lo que ya fijo como su necesidad para seguir solventado sus sensaciones que le eviten afrontar lo inocente que presente molestia o incomodidad.

sí tendemos buscar también como es propio del ser lo “más cómodo” o solo lo que me proporcione placer sin esfuerzo o merito alguno esto tiende y no es de extrañar, precipitadamente cada dia a parecer más bajo o insuficiente a la larga por no representar la fundamental parte de lo que podríamos decir es necesario para llegar al correcto desenlace de una situación en la que se presenten el trabajo conjunto de la razón y lo inconsciente.

Así mismo continúo explorando las vicisitudes de este fenómeno propio de lo humano y dicho así expreso fundamentalmente que:

no todo en lo que es satisfactorio en la vida es hedonismo ni la entropía (Confort).

El sentido de realización es la parte clave en este paradigma entre comodidad y deseo, Entre desear poco para no perder mucho o entre no tener nada para ganarlo todo así mismo Es absurdo pensar que exista una respuesta general para situaciones que tienen como fin el encontrar sentido a una situación en la que no tenemos todas las repuestas, puesto que la vida no laxa de azar y mucho menos de situaciones ajenas al control de cualquier individuo, es propio de la mente y parte del espíritu humano el conocer su paradigma para salir de cualquier dificultad, así mismo es parte de si el desafiarse para probarse a si mismo  que no ostentar sensación alguna de impotencia o indefensión, una parte importante, ya que este impulso que rompe este equilibrio y tiene por resolución el estar íntimamente ligado al carácter particular de cada persona y a su vez este sin lugar a dudas es muy influenciado, como eh dicho en anterioridad en escritos pasados, por los recuerdos y experiencias pasadas, estas lo orientan, pero cabe decir también que no lo definen esa tarea le respeta a el espectador en ese momento y su particular apreciación sobre su forma de reaccionar o responder a tal situación cumpliendo así un correcto proceso desde su planteamiento en lo paradigmático hasta su respuesta y auto percepción realizada atreves de su formación de ideas y no menos importante aún criterio personal.

Para decirlo de una forma más resumida, este proceso que sigue una línea es la herencia evolutiva y nuestra tendencia  a buscar soluciones, con no más propósito que nuestra subsistencia y prosperidad, Dicho esto, podría ser un poco contradictorio pensar ahora que no deberían existir dichas resistencias que si todo es tan claro no debería existir duda en primer lugar  y simplemente deberíamos lanzarnos sin premeditar, Pues es fácil caer en el error de pensar que porque se busca denostar los puntos apropiados de un proceso adecuado a fin de mantener una imagen de nosotros mismos que como mencione al principio de este escrito, posea  en propiedad la solución a lo que encontremos como una situación/respuesta a la sensación de impotencia o indefensión a la vida azarosa, así pues, también la formación de esta identidad (resistencias) envestida de, una aparente, inmunidad emocional que depende de olvidar, suprimir, censurar o denigrar todo aspecto y acto que no respecte integra y justificadamente al fin de obtener lo que se desea o no ocupar un perfil idóneamente deseado, cayendo así sin remedio alguno en el mismo absurdo de represión a costa de lo que se siente a manera orgánica sin brindar solución a esa inquietudes. es menester atar cabos con el hecho de que nuestro sentir está íntimamente ligado a nuestro carácter y así mismo nuestro carácter lo está a nuestra energía para tomar decisiones de riesgo/deseo influyendo de manera decisiva hacia nuestro actuar, así podemos concluir que lo que es el principal predicamento paradójico es que el mismo “deseo de ser”  de tal forma es la causa primaria de toda posible mal fucion a lo cual me gustaría profundizar más adelante en futuros escritos pero sin perdernos más en detalles continuo planteado así la parte final de este escrito.

Solo restaría entonces el exponer las sensaciones más propias de lo que se busca evadir, colocándolo a forma de interrogativa;

¿Qué es lo que se gana al evadir o cual llega a ser el propósito de esta?

¿Quién empieza esta disputa, el ser (conciencia) o lo inocente de “El” (nuestros impulsos)?

¡Lo que se busca evadir tiene relación o connotación con acontecimientos de nuestra vida en el pasado de a razón de las sensaciones de indefensión a la vida?

Por el momento no puedo sino dejar aquí por ahora el tema no sin antes como es costumbre dejarles estas cuestiones para su propia formación de criterio y lo que esto pueda serviles a fin de tener un mejor entendimiento y sinergia personal e interpersonal, ya que;

“Aquel que desconoce su propio inconsciente está destinado a ser dominado por el”

Prof. S. Freud

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